Las mediciones se realizan durante la primera quincena de cada mes y la información recolectada se pondrá a disposición en las bases de datos administradas por el Centro IDEAL.
Un nuevo monitoreo mensual se llevó a cabo en la Estación Punta Santa Ana (EPSA) en el estrecho de Magallanes como parte del trabajo que realiza desde el 2018 en el marco de la línea de investigación “Procesos pelágicos en un océano cambiante” del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinas de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh).
La campaña responde a un trabajo multi e interdisciplinario, donde también participan investigadores del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas (ICML), Laboratorio de Oceanografía Biológica (LOCEB) e Instituto de Acuicultura de la misma casa de estudios; Laboratorio de Oceanografía Pesquera y Ecología Larval (LOPEL) de la Universidad de Concepción (UdeC); el Laboratorio de Química Marina del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP); y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) de Magallanes.
El monitoreo mensual, que se realiza generalmente durante la quincena de cada mes, implica la visita del punto marino denominado Estación Marina Punta Santa Ana en el Estrecho de Magallanes, realizando el embarque desde Bahía Mansa gracias al apoyo del capitán y tripulación de la embarcación “Huracán”.

Obtención de muestras
Para recolectar la información necesaria, los investigadores realizan tres pasos claves para la obtención de muestras, donde son apoyados por Emilio Alarcón, biológo marino y jefe del laboratorio de la sede de Punta Arenas del Centro IDEAL.
“A bordo de la embarcación llevamos a cabo lances verticales de un instrumento oceanográfico que registra las condiciones fisicoquímicas de variables como la temperatura y salinidad del estrecho de Magallanes. Los datos se miden desde la superficie hasta aproximadamente los 200 metros de profundidad”, explica Alarcón.
“Además, en el mismo punto, se realizan lances de botella oceanográfica para colectar agua a distintas profundidades para posteriormente analizar la concentración de nutrientes y clorofilas e identificar la composición de microalgas y otros elementos. Finalmente, también se realizan lances de redes con el objetivo de colectar y cuantificar la composición del zooplancton, entre ellos, langostinos de los canales”, agrega el jefe de laboratorio.
Disponibilidad de los datos
Posterior al proceso de análisis de laboratorio y control de calidad de los datos, se espera que a futuro la información pueda ser publicada en revistas especializadas de temas oceanográficos. A su vez, se está trabajando en la posibilidad de dar acceso a esta información a través de las bases de datos administradas por el Centro IDEAL, donde se encuentra el Proyecto Starm (www.starm.cl).
“Todos estos datos finalmente nos ayudarán a comprender la variabilidad del sistema marino del estrecho de Magallanes, alimentando también los modelos de escenarios futuros de cambio climático en esta zona del planeta” concluye Alarcón.