Una investigación publicada en la revista científica Molecular Biology and Evolution determinó el pasado de la sirtuina, presente en ancestros de vertebrados marinos que existieron hace más de 600 millones de años.

Las sirtuinas son una familia de proteínas que desempeñan un papel importante en la regulación del envejecimiento y en una serie de procesos biológicos relacionados con la salud y la longevidad. Esta enzima puede ser encontrada en diversas especies de mamíferos, aves y vertebrados marinos.

Debido a su significativa función, un equipo de 12 investigadores realizó avances importantes en el entendimiento de la historia evolutiva de este linaje de genes, a través del análisis de genoma en diferentes especies. Particularmente, un ejemplar de tiburón elefante ha permitido identificar un nuevo miembro de este grupo.

Los científicos registraron el gen SIRT3.2, que se habría perdido en el ancestro de los mamíferos, aves y reptiles, pero que se mantuvo en todos los demás grupos de vertebrados mandibulados, como los elasmobranquios, género que agrupa a tiburones y mantarrayas.

El gen se encuentra en las mitocondrias de estos animales y su sobreexposición conduce a un aumento en los niveles celulares de ATP (adenosín trifosfato), molécula que se encarga de la transacción de energía en las células. La investigación también determinó que existen al menos ocho genes de sirtuina en vertebrados, presentes en ancestros que existieron entre 676 y 615 millones de años atrás.

“Estudiar la evolución de las familias de genes sirtuina es una tarea desafiante, pero apasionante. Es un grupo de genes involucrados en diversas funciones biológicas relacionadas principalmente con el envejecimiento”, explicó el Dr. Juan C. Opazo, académico de la Universidad San Sebastián (USS) y autor del estudio.

“Este trabajo aprovechó la disponibilidad de información genómica en distintas bases de datos públicas para avanzar en la comprensión de la diversidad de genes de sirtuinas de vertebrados e inferir su historia evolutiva”, detalló el Dr. Luis Vargas-Chacoff, académico de la Universidad Austral de Chile (UACh) e investigador del Centro Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) y el Instituto Milenio BASE.

El científico destacó el trabajo colaborativo entre los centros de estudio involucrados, permitiendo expandir el área de estudio. “Potencialmente, podemos abrir una línea para estudiar peces en la Antártica”, destacó.

El trabajo, publicado en la revista científica Molecular Biology and Evolution, fue dedicado a la memoria de los doctores Francisco Bozinovic y Andrés Rivera-Dictter.

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