La centolla es una especie de alto valor comercial para Chile que se distribuye desde el seno de Reloncaví en la Región de Los Lagos hasta el sur de la Región de Magallanes. Aquellas centollas que viven en el límite norte de su hábitat (Seno de Reloncaví) están habituadas a temperaturas del agua de hasta 12°C, mientras que sus parientes en la Patagonia viven a temperaturas más bajas (9°C).

Fotografía de Eduardo Sorensen.

Ante futuros escenarios de cambio climático en el que la temperatura del océano puede aumentar hasta en 3°C (según el IPCC), estudios del Centro IDEAL determinaron la importancia del agua fría en la producción de esperma de este crustáceo.

Los experimentos demostraron que las centollas que viven a mayor temperatura (12°C) demoran más en recuperar su disponibilidad de semen. Por el contrario, con una temperatura más baja del agua (9°C), las centollas disponen del doble de semen en la misma cantidad de tiempo, lo que les da mayores posibilidades para reproducirse.

Por lo tanto, el cambio climático podría afectar la reproducción de aquellas centollas que viven en aguas más cálidas, a lo que se suma otro factor de riesgo, como es la pesca de centolla enfocada solo en los machos.