El investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), Dr. Luis Miguel Pardo, obtuvo durante un año, datos del océano Austral cada treinta minutos a diez metros de profundidad.

El CTD es una sonda que almacena diversos parámetros, como temperatura y salinidad.
Lorenzo Palma, Centro IDEAL. ¿Qué temperatura se registró el 6 de noviembre de 2017 a 10 metros de profundidad en la Península Antártica? Solamente un científico del país podría responder aquella interrogante con solo con mirar los registros de su CTD, sonda que almacena diversos parámetros, entre ellos, temperatura y salinidad.
Se trata del Dr. Luis Miguel Pardo, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), quien con un equipo sumergido a diez metros de profundidad en Bahía Fildes, logró obtener registros completos de la temperatura y salinidad, en conjunto, de la Península Antártica cada treinta minutos.
“Con seguridad puedo decir que estos son los primeros registros anuales completos de temperatura y salinidad tomados conjuntamente en varios puntos de la Península Antártica”, aseguró el Dr. Pardo, quien instaló otro otro grupo de sensores similares en las cercanías del Faro San Isidro, región de Magallanes.
El investigador cuenta que el dispositivo fue ubicado en el océano Austral con un perno de anclaje durante la Expedición Científica Antártica (53). “El equipo fue instalado durante la primera campaña del Centro IDEAL, en enero de 2016. El registro que tenemos hoy es muy detallado. Nos permite saber cuáles fueron las variaciones diarias, semanales y mensuales en el ambiente”, explica.
Los registros entregan información clave sobre los parámetros de salinidad y temperatura no solamente en verano, sino que también en invierno, época en la que los investigadores no suelen realizar investigaciones en el continente blanco por su inaccesibilidad.

El equipo fue instalado durante la Expedición Científica Antártica (53).
En la profundidad en que se encuentran los equipos suceden grandes variaciones ambientales. “Una de las observaciones en la serie de tiempo que tenemos es que la temperatura en la Antártica durante el año varía más que en la zona sub-antártica”, comenta el Dr. Pardo.
“Estos registros, que se continuarán tomando, permitirán saber si la temperatura aumentará, disminuirá o se mantendrá. Esa información nos ayudará a determinar si las predicciones de cambio climático son acertadas o no” concluye.