Con el objetivo de estudiar el impacto del cambio global en los mares de la Patagonia chilena, científicos realizaron mediciones desde el Estrecho de Magallanes hasta el Canal Beagle. En total, fueron más de 460 kilómetros de obtención de datos.

La motonave Forrest.
Andrea Navarro, Centro IDEAL. “El balance es positivo. Los datos obtenidos en esta campaña científica nos permitirán entender cómo el cambio global está afectando a los sistemas marinos y a los organismos que habitan la zona sub-antártica”. Con estas palabras, el jefe de campaña Dr. Erasmo Macaya Horta, resumió la tercera expedición científica del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh).
El área de estudio de la expedición, en la que también participaron investigadores, asistentes de investigación y estudiantes de la Universidad de Concepción (UDEC), el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y la Universidad de Magallanes (UMAG), abarcó el Estrecho de Magallanes, los fiordos australes y el Canal Beagle.
El objetivo principal de la campaña fue medir el impacto del cambio global en el Océano Austral y dar continuidad a las investigaciones que realiza el Centro IDEAL en la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Para ello, a bordo de la motonave Forrest, durante nueve días los investigadores realizaron diversos muestreos en el sector de Bahía Yendegaia. La embarcación recorrió más de 1000 kilómetros.
Durante la expedición, un grupo de científicos se centró en estudiar cómo los bosques de Macrocystis pyrifera, conocidos comúnmente como huiros, se ven afectados por la descarga de agua dulce y sedimentos, utilizando para ello un gradiente ambiental natural que se produce desde la desembocadura del río Yendegaia, y arrastra material de los glaciares Stopanni y Bower, hasta el Canal Beagle.
Oceanografía
El levantamiento de información oceanográfica, llevado a cabo por el Centro IDEAL, es uno de los primeros que se realiza en la Región de Magallanes y Antártica Chilena: existen pocos estudios que den cuenta de las condiciones de los mares del extremo sur en condiciones invernales.
Los investigadores tomaron muestras de agua superficial e información de parámetros oceanográficos en la columna de agua desde el Estrecho de Magallanes hasta el Canal Beagle.
“En esta ocasión, a diferencia del año pasado, se muestrearon ambos brazos de Canal Beagle: el noroeste y por primera vez el suroeste. Fue una excelente oportunidad para explicar por qué cuando se juntan ambos brazos, toda la columna se mezcla, lo que se debería al angostamiento del brazo suroeste”, enfatizó el Dr. José Garcés.
En total fueron 25 estaciones oceanográficas, más de 460 kilómetros de obtención de datos, equivalente a la distancia que hay aproximadamente entre Punta Arenas y El Calafate, Argentina.
Finalmente, los científicos realizaron la mantención y el rescate de diversos sensores oceanográficos y datos de una trampa de sedimentos, instrumentos que estuvieron sumergidos un año frente a la Bahía Yendegaia. Los equipos permitirán establecer el patrón estacional de las variables oceanográficas más importantes y medir el flujo vertical de partículas en la columna de agua.