Más de cuatro mil ejemplares murieron en un centro de cultivo de la empresa Australis Mar, ubicado en la isla Desolación.

Los salmones pertenecían a la empresa Australis Mar. Fotografía: Sernapesca.

Ignacio Molina, Las Últimas Noticias. Sernapesca confirmó que la microalga Leptocylindrus Minimus es la responsable de la muerte de 22 toneladas de salmones en un centro de cultivo de la empresa Australis Mar en la isla Desolación, de la Región de Magallanes.

Pilar Godoy, jefa regional de acuicultura de Sernapesca Magallanes, explicó que la muerte de los peces ocurrió por un fenómeno llamado floración algas nociva (FAN). “La concentración de microalgas aumentó a niveles que afectaron a los salmones que estaban distribuidos en quince jaulas de cultivo”, dijo.

Leptocylindrus Minimus

El biólogo marino Máximo Frangópulos, doctor en Biologíapor la Universidad de Vigo, España, e investigador de la Universidad de Magallanes, cuenta que la proliferación de las microalgas Leptocylindrus Minimus causa dos coletazos en los peces.

“Uno es el taponamiento de las branquias: los órganos mediante los cuales extraen el oxígeno disuelto en el agua. El otro es la disminución del oxígeno: a veces las concentraciones de microalgas son muy grandes y consumen todo el oxígeno disponible”, explica Frangópulos, quien también es investigador del Centro IDEAL, que estudia los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos antárticos y subantárticos.

Las microalgas, cuenta el científico, están siempre en el mar. Pero en los meses de sol, esto es primavera y verano, el proceso reproductivo es más intenso y se produce la proliferación.

“Se dan una serie de condiciones climáticas y oceanográficas, como el aumento de la radiación solar y de la cantidad de nutrientes en el agua, que hacen que las algas puedan crecer y reproducirse de manera acelerada”, dice.

Desde Sernapesca puntualizan que en la Región de Magallanes operan 36 centros de cultivo de salmones. En isla Desolación se ubican tres pertenecientes a la empresa Australis Mar. Asegura, además, que han monitoreado en terreno esos tres centros desde que recibieron la notificación del aumento de microalgas.

Los más de cuatro mil ejemplares de salmones muertos, afirman, ya fueron retirados del interiro de las jaulas de cultivo.
Cabe recordar que el verano pasado, en Chiloé, varias toneladas de estos peces también murieron por una microalga que les impedía respirar. Algunas toneladas se redujeron: otras, se arrojaron al océano, a 130 kilómetros del archipiélago.

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