Gracias al aporte realizado por el Centro IDEAL, nuevas especies de anfípodos antárticos, más conocidos como “pulgas de mar”, serán  parte de su colección de zoología de invertebrados. Tras esta nueva alianza, se espera conservar y actualizar el patrimonio natural antártico en beneficio de la investigación científica.

Museo Nacional de Historia Natural de Chile

No fueron fáciles de recolectar, ya que provienen del lugar más lejano, frío, árido y ventoso del planeta: la Antártica. Las 16 especies de anfípodos antárticos, crustáceos conocidos como “pulgas de mar”, que aportó el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL), al Museo Nacional de Historia Natural (MHN), representan el inicio de futuras entregas, que apuntan a mejorar la representatividad del continente blanco a través de la colección de zoología de invertebrados del museo.

“La idea es hacer depósitos permanentes de muestras de la Antártica al museo”, comentó el Dr. Luis Miguel Pardo, investigador del Centro IDEAL y de la Universidad Austral de Chile, mientras termina de examinar una muestra bajo los ópticos de un microscopio, en el laboratorio de manejo de recursos bentónicos de la misma casa de estudios.

Las especies entregadas al museo fueron recolectadas en el marco de la 53° Expedición Científica Antártica (ECA), donde participaron 23 investigadores del Centro IDEAL, quienes viajaron al continente blanco para investigar los efectos del cambio global en él. Los anfípodos antárticos estaban especialmente poco representados en las colecciones del museo, incluyendo solo contados ejemplares de tres especies colectadas durante los años 70.

“Creo que es importante esta entrega, los anfípodos tienen una gran diversidad y abundancia en la Antártica y son muestras difíciles de obtener. Si uno no hace estos aportes, lo más probable es que las muestras que se recolecten en las expediciones al paso de diez años no estén en las mejores condiciones para ser estudiadas, y tampoco sean conocidas por otros investigadores de Chile o el extranjero” explicó Pardo.

Muestras de anfípodos de la 53° Expedición Científica Antártica (ECA).

“Gracias a este aporte, el Museo Nacional de Historia Natural cuenta actualmente con 16 especies y 66 individuos de anfípodos de aguas antárticas. Entre los ejemplares recibidos, destacan animales de cuerpo espinoso, como Pariphimedia integricauda, Paradexamine fissicauda y varias especies de gran tamaño, como Bovallia gigantea y Paraceradocus miersi, que son verdaderos gigantes dentro de sus respectivas familias. Todo el material depositado pasará a formar parte de las colecciones una vez finalizado su estudio taxonómico, que se realiza actualmente en el Área de Zoología de Invertebrados del Museo” destacó el curador Jorge Pérez Schultheiss, especialista en taxonomía y diversidad de crustáceos peracáridos de Chile.

Este año el Dr. Pardo realizará una segunda entrega. “Cada vez que se envían especies al museo pasan por un proceso riguroso para rectificar su identidad, lo que nos beneficia como Centro, pues nos devuelven información validada”, en este caso, por el curador Jorge Pérez.

“Los organismos que uno colecta, debieran ser depositados en una colección para que sirvan a las futuras generaciones de científicos que, por ejemplo, quieran investigar una especie en particular. Las especies chilenas debieran estar guardadas, correctamente identificadas y catalogadas. Este es el aporte que como Centro queremos realizar” enfatizó el investigador de la UACh, adelantando que se harán más entregas al museo durante los próximos años.

El Museo Nacional de Historia Natural fue fundado el 14 de septiembre de 1830, por el naturalista francés Claude Gay, y su misión desde entonces es generar conocimiento y promover la valoración del patrimonio natural y cultural de Chile, para fomentar y fortalecer su comprensión en la sociedad.