Las comúnmente llamadas “pulgas de mar” son pequeños crustáceos (del grupo de los anfípodos) que podrían jugar un rol crucial en las tramas alimenticias de las costas antárticas, muy similar al rol que juega el krill en el mar abierto.

Estudios realizados por el Centro IDEAL, demuestran que existe una gran cantidad de ellas en el fondo marino del continente blanco. Su abundancia y diversidad es enorme, comparada con otras partes de Chile y el mundo. Buzos científicos utilizaron aparatos parecidos a aspiradoras para capturar especies entre los 5 y 20 metros de profundidad, lo que fue clave en la investigación.

Debido a que en la Antártica se da un fenómeno conocido como gigantismo, estos crustáceos, que normalmente no miden más de 10 mm, aquí pueden llegar a alcanzar los 15 centímetros de longitud.